Para muchos absurdo, para otros necesario. Tras la veda electoral viene una restricción que obliga a la ciudadanía a ejercer un voto sin distracción. Se trata de la prohibición de distribución de bebidas alcohólicas.
A partir de este sábado 18 de mayo queda penalizado el expendio y comercialización de cervezas, ron, vino, vodka, tequila, licores o cualquier tipo de líquido que posea alcohol etílico.
De acuerdo al artículo 232 de la Ley 20-23 Orgánica de Régimen Electoral, «desde 24 horas antes de la elección no podrá expenderse ni distribuirse a ningún título bebidas alcohólicas, hasta doce horas después de terminada la votación».
Tomando en cuenta lo que reza esta pieza legal, la prohibición se extiende hasta las 12:00 del mediodía del próximo lunes 20 de mayo.
Esta regla tiene una pequeña excepción, ya que el referido artículo dispone de un párrafo donde explica que los hoteles que se encuentran ubicadas en las zonas turísticas y que estén debidamente identificadas por la Junta Central Electoral (JCE), están exentas del impedimento.
Se recuerda que esta restricción también se implementó en las pasadas elecciones municipales, debido a que esta medida se debe cumplir en cada convocatoria de comicios nacionales.
¿Qué tipo de sanciones se pueden aplicar?
La prohibición de consumo y expendio de bebidas alcohólicas lleva al menos 27 años en la legislación dominicana, con algunas variaciones en cuanto al plazo de vigencia o sus extensiones.
A pesar de todo el tiempo que tiene esta medida en el contexto electoral, la Ley 20-23 no establece claramente cuáles podrían ser las consecuencias de quienes desafíen esta disposición.
Lo que se ha hecho en las pocas ocasiones que se ha violado esta designación es que se dispersa a la población que esté incurriendo en esta actividad, se confisca el alcohol o se detiene a los propietarios de los establecimientos que vendan este tipo de bebida.
Uno de los casos más recientes del que se tiene registro ocurrió en 2016, cuando Reyes de la Cruz, propietario de un colmado en Bonao, fue arrestado por la Policía Nacional de esa demarcación tras constatarse que comercializaba este tipo de productos durante las elecciones presidenciales y congresuales de ese año.